jueves, 28 de abril de 2011

Mi primer Veterinario

Esta mañana Sonia me ha envuelto en una mantita y me ha sacado en brazos a la calle, por lo visto vamos a un sitio llamado Veterinario. No se muy bien lo que es pero por lo que estaban hablando me pareció importante.

Salir a la calle me encanta, percibo tantas sensaciones. Olores, sonidos, imágenes, me agrada esa amplitud de espacio, y si me dejaran en el suelo me volvería loca correteando de un lado para otro.

Ya hemos llegado, hay una sala de gente esperando con otros animales. Una señora lleva un ser con largos bigotes metido en una caja con rejas, no es un perro así que intentaré saber mas tarde de que se trata. También hay un perro con un plástico en forma de cuenco en el cuello, le da un aire muy gracioso. 

Hay un fuerte olor a comida en el ambiente, como siempre yo con hambre, por una parte quiero separarme de Sonia para buscar de donde sale ese olor, pero por otra me agarro a ella por que tengo algo de miedo de lo que me pueda pasar. Estoy muy agusto entre sus brazos.

Nos hacen pasar a una habitación y Sonia me deja sobre una mesa muy curiosa, no me gusta el tacto del metal y cuando quiero moverme me resbalan las patitas, es todo muy raro. Además el olor a comida ha desaparecido y ahora percibo olores de productos que no reconozco.

Un señor con bata verde, se ha puesto a mirarme de arriba abajo, no me hace ninguna gracia, me toca por aquí y por allá, me pone un frió aparato en el pecho y  para rematar me levanta la cola y me coloca un extraño tubo en el culo. Estoy deseando que Sonia me saque de allí y estiro las patas hacia ella para que lo haga, pero sin resultado.

Para rematar dice algo de no se que vacuna y me pincha en el lomo con una aguja. tengo que salir de esa mesa como sea, pero intento moverme y no dejo de patinar, ademas el tipo de la bata no me suelta.

Por fin Sonia me coge otra vez entre sus brazos y al parecer ya nos marchamos, no sin antes darle dinero al torturador ese. ¿pero se ha vuelto loca?, ¿después de lo que me ha hecho pasar se lo agradece?

En fin, supongo que es el precio que hay que pagar para poder salir de la caja y correr libremente por la casa, estoy deseando llegar a ver si de una vez por todas puedo empezar a descubrir ese universo que se abre ante mis patas.

miércoles, 27 de abril de 2011

Mi hogar

Sonia me ha llevado a su casa, allí me esperaban sus papas, aunque a decir verdad no se lo esperaban. Al principio me ha parecido que no les había hecho mucha gracia que se presentara conmigo. Pero a Marta, -la mama de Sonia-, parece que le he gustado.

Su papa Jesús -aunque todo el mundo le llama Muñoz-, ha sido mas crítico pero seguro que con el tiempo me gano su cariño. Por cierto tienen otro perro, un maltés muy presumido llamado Bethoven aunque le dicen Beto para abreviar. Tiene un pelo blanco precioso muy bien peinado, y una coleta con un lazo rosa que le da un aire muy gracioso.

La casa es gigantesca, aunque con 40 días de edad todo me parece enorme, tiene un gran patio donde hacer mis necesidades y muchas cosas por descubrir. Seguro que voy a tener mucho trabajo oliéndolo todo hasta que conozca bien cada rincón y aunque aún me cueste caminar estoy segura que voy a divertirme haciéndolo.

Sonia me ha hecho una camita con con una cajita de madera y trozos de ropa, es muy cómoda y caliente, además me ha dado un enorme cuenco de leche. No podía parar de beber, no se por que siempre tengo hambre, debe ser cosa de la edad.

Beto se acerca de vez en cuando a olisquearme y echar un vistazo, yo le hago carantoñas, quiero ser su amiga, en el fondo es el otro perro de la casa y si no es tan presuntuoso como aparenta podré pasar largas jornadas jugando con el.

Marta me coge a menudo para ponerme en su regazo y susurrarme cosas bonitas al oído, incluso me canta mientras me balancea cuidadosamente. Estoy tan a gusto que me quedo dormida en seguida, espero no poner celoso a Beto, pero tiene que entender que soy el bebe de la casa.

Hoy he intentado escaparme de la caja, estoy impaciente por descubrir el mundo que hay a mi alrededor, percibo tantos olores que solo deseo averiguar a que pertenecen. Pero por lo visto hasta que me vea un señor llamado veterinario Sonia no quiere que me pongan en el suelo. Espero que sea pronto por que me come la curiosidad.

Poco a poco voy echando cada vez menos en falta a mi mama y mis hermanitos, me apena no saber que ha sido de ellos, pero siento empezar a formar parte de una gran familia.

martes, 26 de abril de 2011

Cuando Nací

Hola, estaba tranquilamente dentro de mi madre y de repente me encuentro con mis hermanitos en una caja rodeada de gente extraña. Aún no veo muy bien y me ha costado mucho quitarme el hambre por que mis hermanos y yo nos damos empujones para enganchar una teta de mamá, pero aquí estoy.

No tengo nombre, aunque nos llaman a todos Stanfford y por lo que dicen esos gigantes que hay a mi alrededor me encuentro en un sitio llamado Cuba. Hace mucho calor, pero estoy muy cómoda pegadita a mi mama. En una hoja de periódico que hay en la caja pone que es agosto del año 2000.

No me gusta cuando me cogen esos grandullones, lo hacen como si fuera un juguete, y el tono que emplean. Hablan de algo llamado Peleas de Perros. No lo entiendo, ¿querrán que me pelee?. Yo solo pienso en jugar y divertirme con mis hermanitos y estar al lado de mi mama que huele tan bien.

Estos seres deben pensar que somos una diversión, me separan de mi familia constantemente y no dejan de llevarme de arriba para abajo como si fuera una atracción. Hace 40 días que vi la luz y no me gusta esta gente,  se burlan y ríen de mi.

En una de esas salidas me ha pasado una cosa muy bonita, una chica me ha abrazado, al parecer se llama Sonia. Me a gustado mucho su tacto y su olor, no paraba de darme besos y de decir lo bonita que era. No me quería separar de ella y cuando he visto que me volvía a entregar a esos desalmados me he agarrado con mis pequeñitas uñas a su ropa para que no me soltara.

Por lo visto mi empeño ha dado resultado. Cuando le han hablado de las peleas de perros se ha molestado y comenzado a ofrecerles a los gigantes algo llamado dinero para quedarse conmigo. He visto que entregaba un papel con la cara de un hombre mayor en la que podía leerse "one dollar", debe ser muy valioso por que los energúmenos se han ido muy contentos y me han dejado con ella.

Me apena mucho separarme de mis hermanitos y de mi mamá, pero algo me dice que voy a ser muy feliz con Sonia y que me he escapado de participar en algo con un nombre tan horroroso como "peleas de perros". Como entenderéis a mi edad solo quiero jugar, y perece que Sonia es ideal para eso.

Por cierto, ha decidido llamarme Kira.